Abril 14 del 2016, YnetNews
La Marihuana Medicinal despega en Israel
A pesar de que Israel impone una estricta prohibición sobre el uso recreativo de la marihuana, los médicos israelíes la han prescrito a más de 25.000 israelíes para aliviar sus síntomas
Con su foso, pared, alambre de púas, guardias armados y cámaras de seguridad, la instalación podría ser confundida con una base militar si no fuera por el fuerte olor de la marihuana en el aire.
Aquí, en las afueras de un pueblo tranquilo en el norte de Israel, 50.000 plantas de 230 variedades crecen en la segunda mayor plantación de cannabis médica del país.
«Para el cannabis, estamos en la tierra prometida con un buen clima, 300 días de sol al año y los niveles perfectos de humedad», dijo Tamir Gedo, jefe de BOL Pharma, una empresa autorizada por el Ministerio de Salud de Israel para cultivar y distribuir cannabis médica.
El uso recreativo del cannabis es ilegal en el estado judío, pero durante los últimos 10 años su uso terapéutico no sólo se ha permitido sino también alentado. El año pasado, los médicos prescribieron la hierba a unos 25.000 pacientes que sufren de cáncer, epilepsia, estrés postraumático y enfermedades degenerativas.
El propósito no es curarlos, sino aliviar sus síntomas. El uso del cannabis en la medicina divide a los médicos en torno a temas de adicción y problemas de comportamiento tales como la agresión. Sin embargo, desde hace tiempo se sabe que revive el apetito perdido y ayuda en el tratamiento de trastornos del sueño, la ansiedad y la inflamación, dicen sus partidarios.

Foto: Shutterstock
Dicen que aún falta mucha investigación por hacer, pero se está avanzando más rápido en Israel, donde las autoridades permiten más ensayos clínicos en humanos, que en muchos otros países. Empresarios, inversores e investigadores están entrando cada vez más el negocio y buscando el Santo Grial de la marihuana medicinal: una forma purificada de la droga con efectos secundarios mínimos y que se puedan administrar en dosis precisas.
Dentro de las instalaciones fortificadas de BOL Pharma (Breath of Life – aliento de vida) se encuentran laboratorios e invernaderos, con cada planta supervisada por un software que controla de forma remota sus parámetros bioquímicos. El cultivo de cannabis para uso médico exige una cuidadosa supervisión de los ingredientes activos como el tetrahidrocannabinol (THC), que da a los consumidores recreacionales su sensación, pero no se recomienda para todos los pacientes, especialmente los niños.
«Con el apoyo del ministerio (de salud), que siempre ha tenido una actitud pionera frente a este tema, hemos acumulado experiencia en ensayos clínicos y podemos compartirla con empresas en los Estados Unidos y Europa», dijo Gedo. El cita resultados iniciales de los ensayos en pacientes con la enfermedad de Crohn, que se caracteriza por la inflamación crónica del intestino, diarrea y dolor abdominal recurrente.
Prohibido de exportar sus plantas de cannabis, Israel se está concentrando en su lugar en la comercialización de sus conocimientos agronómicos, médicos y tecnológicos con la esperanza de convertirse en un centro mundial en el campo. La prestigiosa Universidad Hebrea de Jerusalén acaba de abrir un centro de investigación de cannabis juntando a otros 19 equipos de instituciones académicas locales.
Alrededor de 200 participantes de la industria se reunieron en Tel Aviv este mes para Canna Tech, una conferencia internacional sobre la industria. Vendedores enternados, algunos con los ojos un poco rojos a pesar de la prohibición de consumo establecida por los organizadores, exhibieron productos, incluyendo cigarrillos electrónicos de cannabis, cremas y ungüentos a base de cannabis y un remedio para la boca seca.
Algunas nuevas empresas se centraron en los subproductos de la planta, otros en los accesorios para los consumidores, pero unos pocos tienen ideas más grandes. «Mira lo que ha ocurrido en los últimos dos años, la velocidad a la que la legalización del cannabis está avanzando», dijo Saul Kaye, director de la primera incubadora de nuevas empresas de la industria israelí de cannabis.
«No vamos a dejar pasar esta oportunidad, y viendo lo que los primeros inversores están poniendo sobre la mesa, nos parece que va a ser muy grande.» En enero, la tabacalera estadounidense Philip Morris invirtió $20 millones en la empresa israelí Syke, que produce inhaladores de precisión para el cannabis medicinal.
Al mismo tiempo, firma israelí Eybna anunció que había aislado los compuestos orgánicos terapéuticos de la planta sin los ingredientes psicoactivos que hacen su uso sea ilegal sin receta.
(Traducido por el Consulado General H. de Israel en Guayaquil)
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